martes, 9 de agosto de 2011

Los estudios CEA (1932-1966)

Los estudios Cinematografía Española Americana (CEA) se constituyen como sociedad anónima el 17 de marzo de 1932. La intención de la empresa, como su nombre indica, es aprovechar la coyuntura del nacimiento del cine sonoro para crear un cine de calidad que conquiste los mercados de habla hispana y compita con éxito frente al cine norteamericano.

De hecho, la idea de crear CEA surge en 1931 a raíz del Congreso Hispanoamericano de Cinematografía. Entonces tiene  lugar una reunión en el restaurante Lhardy en la que están presentes Jacinto Benavente, Carlos Arniches, los hermanos Álvarez Quintero, Manuel Linares Rivas y Jacinto Guerrero. Todos ellos consideran que la tradición literaria y artística de España está muy por encima de la norteamericana y el cine sonoro (la mayoría son autores teatrales) les brinda una oportunidad para difundir su propia obra que no deben desaprovechar. Ahora bien, les falta la iniciativa empresarial que financie el proyecto y explote con eficacia las películas. Esto es lo que proporciona en 1932 Rafael Salgado, un empresario que en esos momentos dirige la Cámara de Comercio de Madrid. En otras palabras, al constituirse la sociedad, los escritores mencionados ponen su obra y los empresarios que se unen en torno a Rafael Salgado parte del capital y una emisión de acciones.


A continuación, CEA acomete la construcción de unos estudios cinematográficos de rodaje y doblaje en la Ciudad Lineal, a siete kilómetros del centro de Madrid. Las obras se terminan en 1933 y los estudios se inauguran por todo lo alto el sábado 28 de octubre de ese año. Las fotografías que aparecen aquí  corresponden a ese momento.
Ahora bien, las imágenes no son la ilustración de esta entrada sino el documento histórico que vamos a comentar. Las tres instantáneas forman parte del reportaje sobre la inauguración que para ABC  realiza el fotógrafo Julio Duque. Duque está  considerado como una de las firmas más sobresalientes del reportaje fotográfico anterior a la Guerra Civil.
 
La primera foto recoge la llegada de una serie de personalidades a los estudios CEA. En concreto, aparecen las dos figuras políticas más importantes del país: Niceto Alcalá Zamora, Presidente de la República, (en la primera fila, acompañado de Rafael Salgado) y Diego Martínez Barrio, Presidente del Gobierno (en la segunda fila, tras Alcalá Zamora). Esta foto se publicó el domingo 29 de octubre de 1933 en la página 21 del diario ABC. La foto está compuesta desde arriba, es decir, desde el ventanal situado en la fachada principal, justo debajo de anagrama de CEA (ver última foto de Julio Duque).

Las otras imágenes se conservan en el Archivo Fotográfico de ABC. La segunda está tirada en el interior de los estudios, en un plató que se decora con muebles, una lámpara, dos tapices de caza y una escultura de la Virgen María con el niño Jesús. La foto recoge el acto en sí de inauguración, que fue radiado, grabado o filmado, como se observa por el micrófono y por el técnico agachado a la izquierda. 


Entre los asistentes creemos reconocer (de izquierda a derecha) al escritor y periodista Juan Ignacio Luca de Tena, vocal del Consejo de Administración de CEA; Enrique Domínguez Rodiño, Consejero Delegado de CEA; el compositor Francisco Alonso López, autor de “Por la calle de Alcalá” y el chotis Pichi; el maestro Jacinto Guerrero; el comediógrafo Carlos Arniches, vocal; el escritor Eduardo Marquina, también vocal de la empresa; Diego Martínez Barrio, presidente del gobierno; Niceto Alcalá Zamora, que pronuncia unas palabras; el escritor, Luis Fernández Ardavín; Casimiro Mahou, vocal de CEA y presidente de la fábrica de cervezas Mahou; Joaquín Álvarez Quintero, que llegó ser vicepresidente de la empresa; dos militares sin identificar, una persona oculta y, por último, el primero por la derecha, Rafael Salgado, presidente de CEA.

Del mismo acto, publicamos otras tres  fotos cuya autoría ignoramos. Dos de ellas muestran que también habla el Consejero Delegado Enrique Domínguez Rodiño, poeta, novelista, dramaturgo, corresponsal de guerra en Alemania de El Imparcial y agregado cultural en Berlín.

La otra foto está tomada desde lo alto del plató y vemos, detrás de los focos, al público que asiste al acto, entre ellos debía estar Julio Duque.


La última fotografía de Julio Duque que publicamos recoge la salida de las autoridades de los estudios tras finalizar la inauguración. Rodeados por choferes y policías, están aparcados los vehículos que devolverán los invitados a Madrid. Y un público curioso contempla su salida. Llama la atención la presencia de un reportero de cine con su cámara. Le sujeta por la chaqueta un ayudante para que no pierda estabilidad. Esta foto también está tirada desde un punto elevado, posiblemente un vehículo.


Los estudios en 1945
En los meses siguientes, se rueda en estas instalaciones la primera película marca CEA El agua al suelo (1934), sobre argumento de los Quintero. Luego se filman clásicos del cine español como Nobleza Baturra (1935), El bailarín y el trabajador (1936), Raza (1941), La torre de los siete jorobados (1944), Los últimos de Filipinas (1945), Bienvenido, Mister Marshall (1952) o Por un puñado de dólares (1964).

La importancia de las fotos reside en que los estudios CEA se abren con el beneplácito de las máximas autoridades de la República, conscientes de la importancia política que adquiere el cine, pero en 1936 los estudios CEA traicionan este apoyo y se ponen de parte de Franco. Es más, CEA tiene una decisiva intervención en el rodaje de propaganda franquista gracias a que uno de sus equipos de filmación queda en zona nacional. Me refiero al equipo que el 18 de julio se halla en Cádiz rodando la película Asilo naval. Con él CEA filma películas de propaganda que financian el Requeté, FET de las JONS, la Delegación del Estado para Prensa y Propaganda, la Alta Comisaría de España en Marruecos o el Departamento Nacional de Cinematografía. Por ejemplo, Romancero marroquí/Der stern von Tetuan (1939). Asimismo esta compañía tiene una intervención decisiva en el acuerdo con Alemania que dará lugar al primer noticiario franquista. Como recompensa, CEA será el estudio cinematográfico más importante del primer franquismo y el régimen acepta su propuesta de protección del cine español, que no es más que una copia de la vigente en la Italia fascista. Sin embargo, los estudios entran en decadencia en los años sesenta y se cierran el 11 de noviembre de 1966.